Villancico: Glugú, tragalú

Villancico: Donde nacerá el niño

Villancico: Blanca Navidad

Villancico: La Navidad

Villancico: Esta noche ha nacido una Estrella

Comentarios: 4
  • #4

    J.C. (jueves, 16 abril 2015 03:34)

    (Viene del comentario anterior)
    Y por fin nos tocaba salir. Y esas mariposas en el estómago, esa sensación de _Ufff, ahora me está mirando todo el salón de actos a mí, como yo estaba mirando a los demás. Estar sobre el escenario era mágico, adrenalinizante, atemorizante. Solía salir todo bien, pero alguna vez salía algo mal y por dentro decías: _Ya se ha equivocado Sala, tenía que ser aquí arriba, no podía ser en clase, cojones. Al final, el aplauso y a bajar las escaleras, sintiendo que todos te miraban e intentando camuflarte entre los demás.

    Finalmente el fallo del jurado. Siempre se lo llevaban otros, aplausos diplomáticos y ya a casita, con esa luz en los ojos que sólo sabe dar la Navidad con sus vacaciones. Porque daba igual que no hubieras pillado premio: las calles estaban iluminadas, semanas de vagancia te esperaban (los deberes de vacaciones los iba hacer la tía del profesor, ya te digo, o en todo caso el último día). Y en casa la familia, los abuelitos (que hoy ya no los tenemos con nosotros, y posiblemente tampoco nuestros padres, y hasta nuestros hermanos pueden estar lejos), el árbol, el belén, los adornos, los anuncios de juguetes: Rico, Airgam… ¡Buaaaaaaa! Snif, snif...

    Y sobre todo la perspectiva de los Reyes Magos el día 6, no como ahora, con el empleado de Cocacola ese del pijama rojo. No, el que los juguetes fueran el último día de vacaciones te hacía soñar todas las fiestas, porque a ver si se entera de una vez España: soñar con los juguetes es mejor que jugar con ellos, porque si te los dan el 24 para que juegues, luego te cansas y las vacaciones van decayendo deprimentes al vislumbrar que se acerca la vuelta a clase; en cambio, si te los dan el 6 de Enero, además de pasarte las fiestas feliz con la espera, la vuelta a clase se endulza porque al volver a casa tienes los juguetes en su segundo o tercer día de jugar con ellos. Estaba todo muy bien pensado y lo hemos fastidiado ¡burros!

    Y antes, la Nochebuena, los inocentes, y las uvas… Pero cuidado, todo visto con los ojos de cuando éramos pequeños, que no es lo mismo de cómo lo vemos ahora, aunque si hacemos un esfuerzo podemos recordar aquella percepción infantil de la Navidad, donde nace Jesús, porque no hay que decir "felices fiestas", como paganos bailando en pelotas a compás de un tambor por el solsticio de invierno. No, es feliz Navidad, porque Dios se hace hombre y recibes al Niño Jesús dentro de ti, porque el Belén eres tú, el pesebre es tu corazón, la estrella que lo anuncia es la Iglesia, y todas las figuritas son tus pensamientos cada vez que piensas en Él o le pides cosas. La Navidad es lo más bonito del año con diferencia. Hay muchas personas a quienes la Navidad le deprime, y cuando oigo eso, me da rabia pero a la vez me alegro, porque sé que esa persona ha tenido una infancia muy-muy feliz y ahora descubre que ya se le ha escapado. Casi siempre es por eso, pero se puede volver a ella, porque los años pasan y sin embargo el Niño Jesús sigue siendo niño cada Navidad... ¿Por qué no nosotros también?

  • #3

    J.C. (jueves, 16 abril 2015 03:33)

    El concurso de villancicos, supongo que no contaría con emociones y detalles muy diferentes a los de los demás colegios de España, pero para cada uno de nosotros ha sido muy especial.

    Todo comenzaba con el tutor sentado o apoyado en su mesa informalmente, como indicando que esa clase era especial y diferente, y eligiendo el villancico a cantar entre los que conocíamos. Aunque a medida que nos hacíamos mayores intentábamos salirnos de los clásicos y tomar prestado un villancico de otros países o uno desconocido, y si no, aquello que tanto hacíamos de tomar una canción popular y cambiarle la letra, incluso nos atrevíamos con una canción de un grupo musical de moda, que sólo conocían los "guays" de la clase, puestos en el último grito del Pop.

    Luego venía la asignación de papeles. Era muy divertido, porque se revelaban talentos ocultos: _Mira, Salinas sabe tocar la guitarra, Moreno la armónica, etc. En la retaguardia siempre se contaba con un batallón de flautistas, pero se prefería dejarlo aparte porque era demasiado obvio, o en todo caso con la flauta se hacía la introducción o un fragmento intermedio. Y lo mejor era ir a la sala de música y tomar posesión de todos aquellos instrumentos de percusión maravillosos, que de ordinario estaba prohibidísimo coger. ¿Alguna vez después de estos concursos, habéis vuelto a tener en vuestros manos aquellos objetos llenos de magia? ¡La caja china! (la cajita que se golpea con una baqueta con bola en la punta! ¡Los claves! (los palitos que se les hace sonar chocándolos uno contra el otro) ¡Las maracas! ¡El triángulo! ¡Los bongos!… Y luego otros a los que estábamos más acostumbrados: la pandereta, las castañuelas, la zambomba, los platillos, el xilofón, etc. Alguien tenía que tocarlos, así que a los alumnos que eran elegidos, los demás les teníamos envidia. ¿Por qué a ellos y no a mí?

    Después, los ensayos, y las reprimendas del profesor. _¡Serna, no llevas bien el compás, pásale los claves a Rodríguez! _No, profe, ya lo llevo bien. _Rogel, te vas del tono... A ver, ¿no he dicho que aquí hagamos una pausa? Pues cuando yo haga este gesto quiero todo el mundo silencio, que se oiga el vuelo de una mosca. Venga, otra vez… Otra vez… Nada, otra vez… Muy mal, otra vez…. Bueno, si no sale vosotros veréis, nos retiramos del concurso y ya está, al año que viene tendréis otra oportunidad. _No, profe no. _No, es que yo no voy a salir ahí a dirigiros para hacer el ridículo, o lo hacéis bien o lo dejamos… Vaya, y por lo visto los señores Marqués y Campello están de juerga ¿no? ¿Es esto lo que os interesa el villancico? Muy bien, pues guardad las flautas y sacad el libro de historia, porque os recuerdo que esta es la hora de historia _Nooooooo, nooooo ¡Joder, Marqués, cállate, tío, mierda ya!!! _Silencio, siéntense y saquen los libros. Papí, lea la página 98. _Joder ya, a tomar culo, tío, se ponen los imbéciles estos a hablar, pues que los expulsen a ellos...

    Pero las aguas se apaciguaban, y a medida que se acercaba la fecha de la actuación, los ensayos se intensificaban. El día del concurso era un día feliz, pero más que por los villancicos porque era víspera de las vacaciones de Navidad y nuestros hogares nos esperaban con el árbol y el belén ya montados para acoger un par de semanas de merecido asueto. Y llegaba la hora de la verdad: nos encaminábamos en fila de a dos al salón de actos (o en pelotón, si éramos mayores). Comenzaba el concurso.

    Empezaban a salir por turno cada grupo y era gracioso reconocer desde el patio de butacas las caritas de los compañeros de otras clases y cursos. _Jajaj, mira Giner… Y entonces tocaba aguantar el peñazo de todos los números musicales anteriores y posteriores al tuyo, aunque algunos estaban muy bien y nos producían un sentimiento de frustración: _Joder, qué bien lo han hecho, chaval. Ganan estos, tío… En algunas clases había un niño con dotes para el canto y entonces cantaba un solo con su vocecita gorgoritera... y daba un poco de rabia esa significación.

    Campanas sobre campanas, Los peces en el río, Campanilleros, Nochebuena panameña, Blanca Navidad, Jingle Bells en español, Dime niño de quién eres, Fun-fun-fun, Pampanitos verdes,...

  • #2

    Cronovisor (lunes, 23 marzo 2015 20:48)

    El primer video es de 1ºB de BUP, el que estaba ocupado por los seminaristas de Maristas (supongo que de Guardamar). En primera línea aparece Paco Antón (que no llegó a ir al colegio nuevo) y Pablo Cerezo y también se ve al hijo de Aniceto. Detrás reconozco a Pascual (o Pachi) y a Manuel Bernal. Me parece que todos acabaron COU en el colegio nuevo.
    En el min 0:41 y detrás del que lleva la pandereta, está el patudo Alejandro Abeledo en su primer año en Maristas, ocultado en la sombra, y que se le reconoce por sus largas patillas negras, y que nos dejó tristemente en un nefasto accidente de tráfico de 1998.

  • #1

    G.L (domingo, 22 marzo 2015 15:19)

    En el villancico La Navidad está Papí, el empollón. Y a la izquierda, Canales, aporreando el instrumento.Ja,ja,ja..me encanta.
    ¡¡ Cuantos recuerdos!!
    Foles, cuanto tiempo..