FOTO ARRIBA. Recuerdo que en aquel patio norte habian dos puertas protegidas por una reja de hierro azabache. Para poder entrar tenías que bajar unas cortas escaleras de baldosa color ocre claro. Una de las puertas (la izq. de la foto) era la de una pequeña clínica y su homóloga (la de la dcha.) custodiaba un pequeño cuarto de cuyas paredes colgaban diversos posters sobre peliculas de cine.

Recuerdo una muy en concreto sobre el espacio: Odisea 2001.

También recuerdo la venta de unas pequeñas cartillas donde te daban las fechas de proyección y los títulos de las películas. Con ésta entrabas gratis al salón de actos.

Las proyecciones se realizaban los sábados (mañana y tarde) mientras que junto al hall ponían un pequeña barra donde podías comprar cualquier vianda para el disfrute de la peli.

FOTO ARRIBA (AMPLIABLE): Quien no se acuerda de aquella barra de bar situada pegada en la parte externa del hall. Allí las chuches corrían que se las pelaban asi como las bolsas con forma  de tubo llenas de palomitas Una delicia.

Comentarios: 3
  • #3

    J.Ca (viernes, 12 febrero 2016 18:55)

    Geniales los ciclos de cine.
    Allí descubrí por vez primera grandes obras del cine.

    Nunca los olvidaré.
    También estaba el cine mas de "consumo",que hacían los Domingos tarde.

  • #2

    J.C. (lunes, 30 marzo 2015 02:28)

    En los ciclos de cine se ponían películas realmente buenas. Probablemente la persona que las elegía pertenecía a este cineclub y era un gran aficionado, así que ahí se llegó a ver auténticas obras maestras del Séptimo Arte. Las de los ciclos se proyectaban -creo recordar- los sábados por la mañana (no todos, quizá sábado sí-sábado no, o uno al mes). Aunque no lo parezca, ese era un momento genial para ver cine; era sábado y aun así ibas al colegio, pero esta vez ilusionado porque ibas a ver una película del ciclo. Esa lista de películas se podía percibir como una colección cuyos cromos eran las películas y había que completarla: en todo momento sabías las que habías visto y también las que estaban programadas para los próximos sábados; algunas te sonaban y otras no tenías ni idea de qué iban, pero las esperabas con ilusión. Me vienen a la memoria ahora: Cría cuervos, y El enigma se llama Juggergnaut, que era preciosa y te mantenía la atención hasta el final. Ah, y también La aventura del Poseidón, la del trasatlántico que se daba la vuelta por una ola gigante, y toda la película era salir de allí, en el plan en el que luego hicieron El coloso en llamas. Creo que también se programaron 2001 odisea del espacio (cuyo cartel estaba colgado en el cuarto del cineclub, como dice el pie de la foto), Cantando bajo la lluvia, Sonrisas y lágrimas, Los diez mandamientos, etc. Por otra parte estaban las películas a las que nos llevaban a toda la clase en una hora lectiva. ¡Qué gran acontecimiento! Recuerdo "La túnica sagrada", pero sobre todo "El extravagante Dr. Dolittle" (la de Rex Harrison, no la de Eddie Murphy), que a mí me tocó en 1ª de EGB, en la que salía un caracol marino gigante para que viajaran en su interior los protagonistas y se podía ver al doctor conversando con una ballena, para terminar volando sobre una mariposa gigante. (Por cierto, que vimos sólo la segunda mitad de la película, no la primera, a partir del momento en que aparece la llama de dos cabezas, pero se comprendía. Lo sé porque después me la he bajado y es fantástica, es ésa en la que se canta "Talk to the animals")

    Hay que distinguir las películas de los ciclos de las sesiones de cine para público en general, que eran los sábados o domingos por la tarde, y cuyos carteles se exponían en los tablones de la entrada del salón de actos, pero esto fue cuando yo era muy pequeño, a principios de los 70; los ciclos vinieron después.

    En 1976, creo, se organizó un curso de cine, anunciado mediante hojas a multicopista (como se llamaba entonces el curioso aparato) repartidas a todos los alumnos en sus clases, las cuales tenían como tantas otras la parte inferior para rellenar, recortar y entregar al profesor. Se impartía en la sala de conferencias (porque en ese cuartito que se ve en la foto nunca llegamos a entrar), a lo largo de unas lecciones impartidas los sábados por la mañana por dos chicos mayores, alumnos maristas, uno de ellos era el mayor de los tres Llopis Verdú, no recuerdo ahora el nombre de pila. Como libro de texto teníamos la maravillosa Cartilla de Cine, editada en aquel entonces para acercar el cine a los niños:
    http://cloud1.todocoleccion.net/tc/2013/01/22/35395376_050118.jpg
    Se nos repartió también una guía para rellenar (me acuerdo de tres fotogramas impresos, de los que había que analizar lo que los directores de esas películas querían transmitir con las imágenes). Y por supuesto el ser cursillista estaba ligado con el ciclo de cine, al que asistíamos nosotros y otros que no se habían apuntado al curso pero sí al ciclo.

    El espacio que existía entre las rejas protectoras de pelotazos y las puertas del cineclub y la clínica, era un lugar tranquilo y apropiado para conversar al abrigo de los golpes de balón. Te podías sentar a comerte el bocadillo (el término "bocata" no se había inventado todavía, y el de "guay" mucho menos, que empecé a escucharlo en COU) y a hablar. Había que bajar unos peldaños porque el nivel estaba por debajo del suelo del patio. Los balonazos en la cara no eran nada infrecuentes, era muy normal ver unas gafas rotas por el suelo, y se le admiraba bastante al alumno o al profesor recio que le pegaban un pelotazo en toda la cara y no lloraba sino que lo aguantaba como si de un espartano se tratara. Uno de ellos fue el Hermano Inocencio, al que le rompieron las gafas en el recreo de la comida, y el alumno se preocupó mucho por la tremenda responsabilidad, pero "el Indio" lo tomó caballerosamente como lo que era, un accidente.

    Otro recinto parecido a estos, era el del grupo Scout Brownsea, situado en el pasaje que estaba junto a la capilla y que conducía al Patio Sur. Estaba siempre cerrado y dentro se veía un quinqué y objetos relacionados con el escultismo. Otras dependencias de este mismo grupo se encontraban en el último piso de las escaleras de la esquina diagonalmente opuesta, las que subían a los 1ª y 3ª de BUP:

  • #1

    José V. Arnau (lunes, 23 marzo 2015 16:45)

    Me encantaba aquellos ciclos de cine. Creo que no llegué a perderme ninguno. La verdad es que disfruté como un niño.